Acompañados de una lluvia pesada, los estudiantes corrieron hacia el centro del Estadio Phelps en medio de los primeros Juegos Olímpicos de Andover. Agrupados alrededor de las banderas empapadas de sus barrios, los estudiantes iniciaron canciones y bailes improvisados, culminando las festividades de la noche con una demostración del orgullo de sus barrios.
Los Juegos Olímpicos fueron creados por la Oficina del Decano para reforzar el sentido de pertenencia en el campus para todos los miembros de la comunidad de Andover. Aya Murata, Vicedecana de Estudiantes y Vida Residencial, creó el proceso de planificación con Tasha Bohorad ’26, reuniendo ideas de más de 150 líderes estudiantiles.
“Mi objetivo era crear comunidad, especialmente durante el fin de semana, cuando tradicionalmente no hemos tenido mucho que hacer los sábados. En el pasado, dependía de los grupos estudiantiles para organizar actividades, que en su mayoría no involucraron a asesores, consejeros de la casa ni otros adultos. Pensé que, dado que tenemos esta audiencia cautiva en el campus durante el primer fin de semana, deberíamos tener una manera de generar energía y fomentar relaciones, lo que es la base de un año escolar sólido”, dijo Murata.
Después de que los estudiantes se reunieron en el estadio Phelps, los eventos transcurrieron normalmente durante varias horas antes de que la lluvia empezara a caer. Algunos estudiantes abandonaron el estadio y buscaron refugio en el Centro Snyder, mientras que los estudiantes que ya estaban en el campo comenzaron a bailar. Marcela Hernandez ’25, Blue Key Head, habló sobre qué ocurrió en ese momento.
“Comencé a bailar bajo la lluvia con mis copresidentes [Abbot], Migyu [Kim] ’25 y Charles [Vest] ’25, y con Jaylen [Dayley] ’25, otro Blue Key Head… Noté que muchos de mis amigos en Abbot también comenzaron a bailar y cantar, y cuando cantas bajo la lluvia, a nadie realmente le importa, porque en verdad no puedes escuchar nada. Entonces se convirtió en un ambiente divertido. Todos invitamos a los estudiantes a bailar bajo la lluvia. Y nunca he sentido tanto espíritu escolar, tal vez nunca en un área tan concentrada, así que fue muy divertido y surrealista unirme a ese gran mosh en medio del campo bajo la lluvia. Fue una experiencia muy divertida, probablemente uno de mis momentos más destacados en Andover”, dijo Hernández.
Russel McLaren ’27, un nuevo estudiante de segundo año, comentó sus conclusiones de los Juegos Olímpicos. McLaren destacó cómo la noche actuó como una forma adecuada de presentar Andover a los nuevos estudiantes.
“Fue una excelente manera de comenzar mi tiempo aquí en Andover. Definitivamente será uno de los recuerdos más destacados para mi… Todos tenían mucha energía, estaban entusiasmados. Como dije, definitivamente es un evento memorable. Yo y todos los demás lo recordaremos como una excelente manera de comenzar el año”, dijo McLaren.
Thomas Campbell ’28 compitió por Abbot Cluster en el evento de Piedra, Papel y Tijera de los Juegos Olímpicos y quedó en segundo lugar. Habló de cómo su perspectiva hacia los Juegos Olímpicos fue cambiando a medida que avanzaba la noche.
“Primero, parecía más molesto que divertido porque era una caminata muy larga para llegar al lugar inicial, pero todos mis compañeros de dormitorio lo promocionaron porque parecía algo genial. Y una vez que terminamos la parte inicial de las olimpiadas me di cuenta de que íbamos a tener que reunirnos con todos los demás, y me emocioné un poco por eso… vi lo competitivo que es Andover, no competitivo en el mal sentido, sino competitivo en el buen sentido, y me dio una visión más amplia de cómo la comunidad de Andove, es realmente fuerte y unida”, dijo Campbell.
Ivy Randall ’25, copresidenta del grupo West Quad South, señaló cómo el escepticismo inicial de los estudiantes hacia los Juegos Olímpicos se convirtió en orgullo. Señaló cómo los estudiantes podrían ver los eventos obligatorios como oportunidades para fortalecer la comunidad de Andover.
“No creo que la gente lo esperara demasiado. Ninguno de nosotros sabía realmente qué iba a pasar… [pero] lo más importante es mostrarse lo más optimista posible, porque realmente no sabes cómo va a ir. Como actividad del primer fin de semana, fue increíble porque mostró a los estudiantes más jóvenes que podemos divertirnos si queremos, si todos estamos comprometidos con ello y si todos queremos que sea un buen evento, sucederá. La lluvia añadió un toque divertido y espontáneo a la noche. Honestamente, al final sentí que era una película, todos bailando bajo la lluvia, pero fue una manera excelente de comenzar el año y definitivamente tenía un fuerte sentido de comunidad y amor mutuo”, dijo Randall.
Murata extendió su filosofía sobre los Juegos Olímpicos al resto de Andover, enfatizando la necesidad de ser deliberado al comunicarse con los demás. Animó a los estudiantes a llevar la energía de los Juegos Olímpicos a todas las esquinas de la comunidad de Andover.
“Estamos en una escuela increíble, así que divirtámonos juntos. Dejemos nuestros teléfonos, hablemos y conozcamos a otras personas. Esperaba que fuera un evento inspirador que se pudiera trasladar a otras actividades, como clase del día siguiente. Se trata de apoyarnos, salir de nuestra zona de confort y construir relaciones con personas que de otro modo no conoceríamos. La comunidad no surge por casualidad; tenemos que ser intencionales al respecto. Espero que los estudiantes recuerden la diversión que tuvieron y continúan buscando oportunidades para conectarse con otros, ya sea en sus dormitorios, en sus grupos de asesoramiento o en sus equipos”, dijo Murata.
Translated by Aria Carrizosa