El Departamento de Seguridad del Campus donó dos jamones en espiral y un maletero lleno de comidas enlatadas a Lazarus House, un ministerio de ayuda basado en Lawrence, Mass. que asiste a personas en condición de pobreza, indigencia einseguridad alimentaria.
Para Yoel Sosa, despachador de Seguridad Del Campus, reunirse con sus compañeros del departamento para recolectar y donar la comida fue muy gratificante, especialmente después de lapausa del voluntariado presencial debido a la pandemia de Covid-19.
“Mi familia ha participado en voluntariado con Lazarus House desde el 2011; una vez al mes, íbamos al refugio en Lawrence para cocinar y servir comidas, y hasta lavar los platos. Pero desde el Covid-19, una vez al mes cocinamos las comidas desde nuestra casa y las dejamos en el refugio antes de la hora de cena. Por ello tener al Departamento de Seguridad del Campus trabajando juntos en la recolección de comida enlatada y unos jamones en espiral y dejándolos en cocina comunitaria fue muy gratificante” escribió Sosa en un email al Phillipian.
Sosa espera organizar donaciones de comida más grandes en el futuro, esta vez incluyendo a otros departamentos del campus que expresaron interés en unirse a la causa, entre ellos la Oficina de Participación Comunitaria.
Acorde a Monique Cueto-Potts, la directora de Participación Comunitaria, la oficina de Participación Comunitaria ha trabajado en asocio con Lazarus House por varias décadas, y ha de manera consistente enviado estudiantes voluntarios y alimentos.
“Nosotros enviamos estudiantes voluntarios [a Lazarus House] y alimentos una vez al mes, sin embargo desde Marzo del 2020 hemos solo proporcionado productos alimenticios una vez al mes y no hemos mandando voluntarios por restricciones de Covid-19. Los residentes de Stearns House también son voluntarios en el Hike for Hope, que beneficia al Lazarus House,” escribió Cueto-Potts.
Cueto-Potts declaró que la Oficina de Participación Comunitaria también ha participado en causas benéficas muy parecidas. Por muchas décadas ha apoyado al programa Bread and Roses que actualmente está en una situación similar de necesidad; la oficina está haciendo donaciones de comida una vez al mes en lugar de voluntarios presenciales. La Oficina de Participación Comunitaria planea continuar mandando voluntarios a las organizaciones de caridad tan pronto que las regulaciones de seguridad lo permitan.
Otros iniciativas de la Oficina de Participación Comunitaria para combatir la inseguridad alimentaria incluyen una campaña anual de comidas de Acción de Gracias que beneficia a ‘Neighbors in Need’, una despensa de alimentos con base en Lawrence, Mass. Varios grupos en campus contribuyen entre 80-90 comidas, que ‘Neighbors in Need ‘después distribuye a familias alrededor de Merrimack Valley. Mientras que este programa también está en pausa por la pandemia de Covid-19, Cueto-Potts declaró que la recolección de alimentos continuará tan pronto Neighbors in Need esté listo para hacerlo.
La Oficina de Participación Comunitaria también organizó un programa en línea de cinco semanas llamado Hambre en América, que discutió las raíces de la inseguridad alimentaria y como las comunidades responden a este problema en Norte América. El programa fue ofrecido tanto a estudiantes de Andover, como también a estudiantes de varias escuelas independientes, buscando promover en ellos abordar el tema de las diferentes formas como la inseguridad alimentaria se presenta en sus comunidades.
Amber Ting ‘23 expresó agradecimiento por los esfuerzos consistentes de la Oficina de Participación Comunitaria en apoyar a las comunidades locales durante la pandemia de Covid-19. “Creo que es genial que la Oficina Participación Comunitaria este trabajando con Lazarus House. Yo sé que muchos programas que se ofrecen fuera del campus fueron puestos en pausa durante el trimestre de otoño, así de que es bueno saber que hay más oportunidades de voluntariado para los estudiantes. No puedo imaginar que las donaciones de alimentos no sean prioritarias dado que todavía estamos experimentando la pandemia”, dijo Ting.
Maggie Qi ‘24 compartió un sentimiento parecido al de Ting y cree que podría haber más formas en las que los estudiantes y el facultativo de la escuela puedan participar con las comunidades vecinas.
“En lugares como escuelas de internado al final del trimestre muchos [estudiantes] botan sus muebles al fin del año. Muchos de estos muebles terminan en basureros, mientras que se podrían donar, por ello la escuela podría asignar un espacio – como un contenedor separado o algo similar – donde se puedan donar,” dijo Qi.
Translated by Brian Chica-Herrera