Las aldeas de Lawrence, Andover, y North Andover todavía sienten los efectos de la fuga de gas de la semana pasada. 48 millas de pipas de gas tienen que ser instaladas en estas áreas, de acuerdo a “WBUR News.” Aunque la escuela respondió a estos eventos con rapidez para asegurar las modificaciones necesarias para acomodar a los estudiantes, algunos edificios y dormitorios todavía no tienen acceso a agua caliente y lavandería. El Phillipian encuestó a varios miembros de la comunidad de Andover para ver cómo fueron impactados por la fuga.
Sebastian Romero ‘20, Estudiante de Día
Sebastian Romero ‘20, un estudiante de día de Andover, estaba caminando de regreso de su práctica de fútbol cuando vio las notificaciones avisando a todos los estudiantes que saliera de los edificios del campus. Justo después, recibió una llamada de sus papás diciéndole que regrese a casa inmediatamente. “Cuando llegue a casa, mis papás estaban esperándome afuera y mi papá me dijo que nos teníamos que ir inmediatamente. Me sentí angustiado , porque nadie sabía lo que estaba pasando. Solamente manejamos sin ningún rumbo,” dijo Romero. De acuerdo a Romero, su casa se mantuvo intacta y mantuvo agua caliente y electricidad. Sin embargo, Romero nos dijo que vio daño a casas cercanas. “A menos de una milla, vi una casa explotar. Toda la casa estaba incendiada. Todavía están arreglando la casa y están tratando de descifrar lo que pasó. Fue muy intimidante ver los daños de tan cerca,” dijo Romero. Ahora, Romero observa cómo el vecindario regresa a la normalidad. Romero tiene confianza que a la comunidad va a lograr restituir electricidad y agua caliente a la mayoridad de las casas lo antes posible.
Jennifer Elliott ‘94, Decana de Estudiantes y Vida Residencial
Después de la fuga de gas, la administración empezó a trabajar con la Oficina de Planta Física (OFP) y empresas de servicios públicos para asegurar que los dormitorios que están todavía afectados tienen acceso a agua caliente y a servicios de lavandería lo antes posible. En estos momentos, OFP está tratando de obtener fuentes de energía alternativa para los dormitorios que lo estan todavia necesitando. “Ha habido una variedad de iniciativas basadas sobre las necesidades individuales de cada edificio. Se han proporcionado servicios de lavandería de E&R para todos los estudiantes afectados, hasta que puedan recobrar este tipo de fuente de energía. Se está intentando conectar cada edificio a propano en vez de gas natural, para tener esto como fuente de energía,es obviamente un proceso increíblemente complicado,” dijo Jennifer Elliott ‘94, Decana de Estudiantes y Vida Residencial. Según Elliott, el asunto de calefacción ya está resuelto en la mayoría de los edificios del campus. Aparte de algunos dormitorios, casi todos los edificios tienen acceso a servicios de calefacción. “Ellos han iniciado de poner los generadores en marcha para que nos pueden tener calefacción. Unos dormitorios van a estar retrasados en esta manera, pero no más que normal – generalmente no prendamos la calefacción antel el inicio del Octubre,” dijo Elliott.
Paige Busse ’19,
Preceptora de Casa Morton Paige Busse ‘19, una preceptora en Casa Morton, describió el sentimiento de compañerismo en su dormitorio durante la totalidad de los eventos relativo a la fuga de gas. “Una cosa que aprecio mucho es lo bien que las chicas manejaron la situación . Nos quedamos todos súper tranquilos. Los hijos de nuestra consejera de casa estaban allí. Nos quedamos juntos durante todo el tiempo”, dijo Busse en una entrevista con El Phillipian. “Cuando ellos nos llevaron al Cage, y había toda esa comida, la juntamos todas juntas para nuestro dormitorio. Bastantes estudiantes [ que no son residentes de Casa Morton] se fueron; unos se fueron a Boston, y otros se fueron sin permisión. Fue muy agradable como [las chicas en Casa Morton] se quedaron juntas y se ayudaron.” Otros miembros de la comunidad ayudaron también, como Ellen Greenberg, Instructor en Matemáticas y Estadística, que cocinó pasteles de chocolate para las chicas en Casa Morton, según Busse. “Nuestras consejeras de casa no pueden cocinar; no pueden usar sus estufas o el horno, no tienen agua caliente, no tienen calefacción y no pueden usar sus secadoras. Pues, tenemos mucha suerte porque ellos llegaron y dijeron, “les vamos a instalar un tanque de propano para vuestra calefacción , un calentador de agua electrónico, y vamos a darles servicios de lavandería gratis. Nos dijeron que iba a tardar una semana, y solo fue un dia. Tenemos agua caliente desde ayer por la mañana,” dijo Busse.